La cultura azteca floreció dentro del área cultural de Mesoamérica. Cronológicamente se sitúa en el Periodo Postclásico, que abarca desde el 900 d. C. hasta la conquista española.
La cultura azteca o mexica se desarrolló en el Altiplano Central de México. En el siglo XII, varios pueblos del Norte se desplazan masivamente hacia el centro de México. Entre estas poblaciones se encuentran los mexicas que llegan al Altiplano alrededor del año 1.325, año en el que fundan la ciudad de Tenochtitlán en un islote del gran lago del Valle de México y desde entonces dominan cada vez más el territorio, expandiéndose y conquistando nuevas tierras y convirtiéndose en los dueños de lo que se conoce comúnmente como Imperio Azteca.
Destaca en su economía, la producción agrícola. Se usaba el sistema de cultivo de roza, el cultivo de chinampas y desarrollaron sistemas de irrigación. Para ello disponían de variados instrumentos de labor el uitzoctli o palo plantador, el uictli o coa de hoja; el uictli axoquen o coa con mango zoomorfo, la coa de pie a manera de pala, etc. Usaron de abonos como el estiércol humano, el guano de murciélago, la basura orgánica de la casa, plantas acuáticas y otros. Entre los diversos tipos de siembra se usó la almáciga y el trasplante. Usaban también de la caza y la pesca.
Había cantidad de oficios y artesanos. Había navajeros (itzcopeuhqui) o fabricantes de cuchillos de obsidiana; plateros (petlachiuhqui) o fabricantes de esteras; alfareros (zoquichiuhqui) curtidores (cuetlaxuauanqui); tejedores (hiquitqui); fabricantes de mecapales (mecapalchiuhqui); fabricantes de cigarros; componedores de flores (soquimanque); orfebres; lapidarios (chalchiuhtlatecqui); plumarios (amanteca) y muchos más.
Otra fuente económica se obtenía a través del tributo de las ciudades conquistadas y del impuesto a todos los ciudadanos, sólo los dignatarios estaban exentos de tributar.
Su religión estaba conformada por numerosos dioses y diosas, ritos y ceremonias. Para satisfacer a sus dioses les hacían ofrendas y sacrificios humanos. Había gran número de templos y una numerosa casta sacerdotal que los atendían.
Disponían de leyes y administraban justicia.
El comercio, tanto interior y exterior, con sus caravanas de comerciantes o pochteca, traían de lejanas tierras productos exóticos que se vendían en los mercados.
Usaban como moneda ciertos productos, que servían como criterios de valor y medios de cambio: el quachtli o pieza de tela, con su múltiplo la "carga" (20 piezas), el grano de cacao, con su múltiplo el xiquipilli, saco que contenía que contenía 8000 granos, hachas de cobre pequeñas en forma de T, cañones de plumas llenos de polvo de oro.
Para el registro de su historia y economía usaban de escritura glífica. Para ello disponían de una serie de glifos diferentes: numerales, calendáricos, pictográficos, ideográficos y fonéticos.
Hacían uso de dos calendarios para contar el tiempo. El tonalpohualli o calendario religioso de 265 día y el xiuhpohualli o calendario solar de 365 día.
En su arquitectura destacan las pirámides que sostenían los templos de sus dioses. A lo largo del tiempo los van renovando y ampliando. Utilizan la superposición, una pirámide se construye sobre la anterior. Construcción típica de esta cultura es el llamado tzompantli o plataforma decorada con calaveras donde acumulaban los cráneos de las víctimas de los sacrificios humanos.
Para sus cantos y danzas tenían instrumentos de percusión como el huehuetl, panhuehuetl o tlapanhuehuetl y el teponaztli, las sonajas y cascabeles de cerámica o metal y los chicahuaztli y omechicahuaztli de hueso u otros materiales. Otros instrumentos son las conchas de caracol, silbatos y ocarinas, las flautas de cerámica o hueso, las siringas o flautas de Pan y el arco musical o monocordio.
Su gobierno estaba regido por una máxima autoridad, el huey tlatoani, ayudado de otros grandes dignatarios, muchas veces eran sus más próximos parientes, gobernaban con él. El más importante a partir del reinado de Moctezuma I era el Cihuacóatl, " la mujer-serpiente". Tras él, cuatro dignatarios miliares que eran, junto a él, los principales consejeros del emperador. De ellos el tlacochcalcatl y el tlacateccatl eran frecuentemente parientes directos del soberano, y entre ellos se escogía a su sucesor. Algunos de esos cargos conllevaban atribuciones judiciales: el tlacateccatl entendía en las causas civiles y criminales y se podían apelar sus decisiones ante el Cihuacóatl.