La cultura teotihuacana se inicia en el Preclásico tardío en los alrededores del s. I a.C., gozando su máximo esplendor entre lo s. III y VI d.C. La ciudad de Teotihuacan y los rasgos culturales que en ella se desarrollaron, tuvieron máxima influencia en todo el territorio mesoamericano.
La base económica de esta cultura fue la agricultura de regadío y chinampa, aunque su esplendor lo alcanzaron gracias no solo a su a una elevada producción sino también a un intenso intercambio comercial en toda el área.Los teotihuacanos establecieron un intercambio de bienes e influencias muy importante con los mayas, como muestran sus similitudes artísticas y culturales.
Teotihuacan fue una gran
ciudad de más de cien mil habitantes organizados en barrios especializados
en actividades no agrícolas, de la que se conserva gran parte del centro
ceremonias con conocidas plataformas piramidales como las llamadas del Sol y
la Luna.
La estructura social estaba constituida por estamentos rígidamente marcados.
En la parte inferior de la pirámide social se encontraban los productores
de alimentos, seguidos de los productores de bienes y servicios y los comerciantes;
les seguían los artistas, y por último en la cumbre se situaban
la casta sacerdotal que poseían el poder político y el conocimiento.
La cerámica teotihuacana es muy variada en formas entre las que podemos encontrar vasos cilíndricos, inciensarios, y figuritas.
También tuvieron gran influencia desde un punto de vista religioso en toda Mesoamérica. La ausencia de elementos militares en la iconografía teotihuacana muestra el carácter profundamente religioso de esta cultura. Profesaron culto al agua, al sol, a la fertilidad y a los muertos. Símbolo de la religión teotihuacana es si duda el dios Tlaloc, presente en todas las manifestaciones artísticas.