La cultura Tierradentro se extendió por los Municipios de Inzá, San Andrés, Belacázar y Vintonco, en el actual Departamento del Cauca (Colombia), desde el comienzo de la era cristiana a la llegada de los españoles, desarrollándose en varias fases.
Contaban con una organización social compleja y estratificada. El poder político lo ostentaban los jefes/sacerdotes, ya que parece ser que la religión fue una faceta bastante importante de esta cultura.
La base económica era la agricultura, aunque la dieta era complementada con la caza y la pesca. Los principales cultivos fueron el maíz, la calabaza y el frijol. El maguey y el algodón los cultivaron para la industria textil, que junto con la sal, extraída del río Ullucos, y la cerámica, sirvieron para el intercambio con otras etnias.
El tipo de asentamiento fue disperso. Las viviendas eran chozas de planta circular u oval con el piso de tierra, paredes de madera y caña y techos de paja, utilizando barbacoas para lechos y estantes.
Las formas características de la cerámica doméstica son los cuencos, platos, copas y vasijas sin asas. La vasija típica es la trípode de patas altas, en la decoración hay un predominio de engobes, incisiones, excisiones y empastes en blanco, con motivos geométricos. Dentro de la cerámica ceremonial encontramos recipientes en forma de calabaza y urnas funerarias.
Un aspecto significativo de esta cultura es su estatuaria. Existen dos tipos de estatuas: unas de menor tamaño (menos de 1 metro) en la que se representan seres humanos desnudos, de talla rudimentaria y otras mayores, que pueden alcanzar los dos metros y medio, de talla más precisa, con personajes vestidos y en postura hierática, que recuerdan a la cultura San Agustín.
Dentro de la orfebrería
hay que destacar los colgantes con formas humanas y animales, los pectorales
circulares, pinzas depilatorias, narigueras, muy similares también a
las de San Agustín.