En Ecuador, a mediados del tercer milenio a.C., hasta el 1800 a.C.se desarrolló el que durante un tiempo se consideró el núcleo más antiguo de la producción cerámica americana: la cultura Valdivia. De ésta se han encontrado múltiples sitios representativos (Valdivia, Real Alto, La Loma, San Pedro...) cuyos asentamientos se extendían a lo largo de la costa y desde ésta a tierra adentro, así como también por las riberas de los ríos con un patrón de asentamiento agrícola típico.
Su economía se basaba en el cultivo del maíz y en los recursos marinos. En Real Alto, el yacimiento más conocido, las viviendas estaban alinéadas en torno a una plaza rectangular en la que se levantaban dos montículos artificiales sobre los que debieron erigirse edificios de mayor significación. Las viviendas eran grandes y de planta ovalada, y estaban ocupadas por una familia de unas diez personas, calculándose una población que pudo llegar a dos mil personas
Su cerámica es altamente conocida, con numerosos estilos decorativos y formales, variantes de las clásicas ollas, jarras y cuencos. Los efectos decorativos más empleados son las combinaciones de incisiones y excisiones, el raspado, el punteado etc. Algunas piezas llevan pintura roja en los bordes y otras están pulidas.
Igualmente destaca la
producción de figurillas cerámicas sólidas modeladas a
mano; el cuerpo es de formas simples, la cara plana y de rasgos incisos, luciendo
una gran peluca con tocados variados. Estas figurillas se han relacionado con
un posible culto a la fertilidad, pero es posible que tuvieran relación
con determinados ritos de paso.