La agrupación de ollitas del montículo E-116 del yacimiento de Atacames

    Un rasgo arqueológico de difícil interpretación volver

    El objetivo de este trabajo es presentar un hallazgo cuyo significado, en el ámbito del contexto arqueológico, es bastante controvertido. A través de su descripción, se proporcionan los elementos que pueden ser útiles para la formulación de nuevas hipótesis de interpretación de lo que hemos llamado una agrupación de ollitas.

    En el año 1975, durante la VI temporada de trabajo de campo del Proyecto Esmeraldas en el yacimiento de Atacames, se realizó la excavación de doce montículos de diferentes alturas y formas. Se tomaron en consideración las páginas del diario de campo [1] relativas a las fases de excavación del montículo denominado E-116, situado al noroeste de Castelnuovo de Atacames, en el cual se realizó el hallazgo.

    La excavación del área en cuestión empezó a partir del hallazgo casual en un estrato superficial sobre una capa fina de tierra de un fragmento cerámico grande probablemente correspondiente a una vasija de gran tamaño, que cubría un número no preciso de ollitas . En primer lugar se extrajeron 12 vasijas completas mezcladas con fragmentos cerámicos, aunque había evidencia de que se encontraría un número mucho mayor. Finalmente, se hallaron un total de 154 vasijas de un tamaño que varía desde los 4 cm a los 8 cm de diámetro y de 3.5 cm a 7 cm de altura . El levantamiento prosiguió por niveles arbitrarios de 15 cm.

    En el nivel I se halló una escasa cantidad de tiestos cerámicos asociados a restos de moluscos, un tortero y una piedra en forma de lagrima con perforación en su extremo más agudo. El nivel II presentó un notable aumento de restos cerámicos mezclados a conchas, huesos, ocre, dos torteros e un disco con perforación central. En el nivel III siguió apareciendo una abundante cantidad de tiestos cerámicos, moluscos, restos óseos de alguna especie de pez, cuatro torteros y fragmentos de ocre. En los niveles IV- VI (hasta los 90 cm. de profundidad) se encuentran los mismos materiales de los niveles I-III, pero en cantidades sensiblemente inferiores. En los niveles VII-X (hasta 150 cm de profundidad) se aprecia un cambio en la composición del terreno que presenta arena muy suelta y una constante disminución de los mismos materiales emergidos en los estratos superiores.

    La descripción del diario de campo muestra por un lado cierta homogeneidad en cuanto a los materiales del contexto de los niveles del I al X y; por otro lado, tales materiales forman entre ellos un conjunto bastante heterogéneo. El hecho de que no se mencione la asociación de tales contextos con estructuras arquitectónicas de ningún tipo podría significar que se trate de un depósito de desechos de comidas y objetos obsoletos, es decir un basurero, que estuvo en uso durante una temporada indeterminada de tiempo, siendo los restos hallados en menor cantidad en los niveles VII-X y mayor en los niveles I-VI. En la superficie de este montículo es donde se encuentra la colección de ollitas que nos ocupa, que contrasta con el resto de los materiales de los diferentes niveles. Vamos a considerar solo las 133 ollitas de la tola E-116 , que se recogen actualmente en el laboratorio de Arqueología Americana de la UCM.

    Vasijas similares aparecen dispersas en otros montículos, por ejemplo el adyacente montículo E-101 del yacimiento, si bien en mucho menor cantidad y sin presentar la agrupación especial que presentan éstas.

    Por lo general la manufactura de las ollitas es bastante tosca. El tipo de arcillas empleadas parecen muy poco seleccionadas y con inclusiones muy evidentes . Por lo que se refiere a la forma, en su mayoría tratan de reproducir una pequeña olla de cuerpo globular y borde evertido . Presentan espesores de paredes que varían sensiblemente entre las diferentes piezas e incluso dentro de la pieza misma, lo cual repercute en la forma final, confiriendo un contorno muy irregular a la vasija y a todo el conjunto cerámico. Si bien las faltas técnicas perjudican en cierta medida la estética del conjunto, hacen cada pieza muy peculiar, en tanto que es posible, en algunos casos, reconocer las huellas de los pulgares de las manos de su ejecutor. Una suerte de decoración está presente en casi todas las ollitas, consistiendo en una línea continua de pintura roja en el borde de la vasija o, menos frecuentemente, una serie de rayas que parecen aplicadas con los dedos y dispuestas en forma radial respecto al borde de la vasija, también de color rojizo. Las ollitas más pequeñas revelan una peculiaridad respeto al conjunto no solo por el tamaño, sino también por el hecho de no llevar ningún tipo de decoración. La heterogeneidad del depósito y su ubicación nos llevan a plantear diferentes hipótesis.

    Alcina Franch (1979:93) , director del Proyecto Esmeraldas , comenta:

    "se descubrió lo que, sin duda, es un tipo de ofrenda, consistente en numerosas ollitas de pequeño tamaño. "

    En realidad interpretar un determinado hallazgo como "sin duda un tipo de ofrenda", como lo definió Alcina Franch, conlleva siempre la dificultad de clasificar eventos de carácter ritual a partir del dato arqueológico, el cual, en la mayoría de los casos, es capaz de proporcionar solo los resultados materiales de un acontecimiento cuyas reglas pertenecen a una esfera simbólica que va mucho más allá de lo humano y lo cotidiano. Renfrew y Bahn (1993) por ejemplo, asocian la existencia de depósitos cerámicos de carácter ritual a una arquitectura monumental, que en este caso no es presente. Además, por lo que se refiere a la manufactura de la cerámica, esta, en contextos explícitamente ceremoniales, resulta ser mucho más refinada. ¿Cómo y por qué se juntaron, de ese modo, tantas piezas de tamaño parecido y con modalidades de fabricación tan variadas? Tenemos algunos elementos que nos permiten especular acerca de la naturaleza del depósito de ollitas de Atacames: la dimensión de las piezas junto con su cantidad y aglomeración, el contexto en el que se ha encontrado el hallazgo, las características de la arcilla empleada y su modo de fabricación. Por lo que se refiere a la dimensión, las ollas, si bien de tamaño reducido, no podrían definirse miniaturas, pero lo que sí es singular es el hecho de que se encuentren acumuladas en número considerable en un mismo contexto.

    Las hipótesis desarrolladas a partir de los datos presentados hacen suponer que el hallazgo pueda ser:

    1. Un basurero, al igual que los estratos precedentes, apto a contener sobre todo ollitas que pudieron ser utilizadas sólo en una ocasión y que después se desecharon. Esta hipótesis se sustentaría en el hecho de que las ollitas no presentan una manufactura elaborada y lo fueron con un tipo de arcilla es muy poco seleccionada. Por otro lado, contra está el hecho de que la mayoría se encontraron intactas y sin huellas de uso y esto no es propio de un basurero.

    2. Una ofrenda ritual : se podría entender el amontonamiento de las vasijas como un acontecimiento debido a unas circunstancias particulares, las cuales podrían ser un ceremonial o una fiesta. Los rituales involucrados en tales acontecimientos, en un momento dado, hubieran podido incluir la entrega de tales ollitas y su posible contenido, como objetos destinados a ser ofrendas a los seres sobrenaturales, y por lo tanto, una vez acabado el ritual, se enterraban, dejando de poderse utilizar por parte del hombre. Esta hipótesis toma sentido sobre todo a partir del hecho de que las ollitas se encontraron, en su mayoría, enteras, lo cual haría suponer una entrega en cierto modo cuidadosa de las piezas o incluso que las vasijas se consideraban contenedores de alguna libación ritual ofrecida a la divinidad. En el caso en que se trate de una ofrenda, se podría imaginar que cada individuo fabricó personalmente su vasija exclusivamente con fines rituales y con una evidente falta de habilidad técnica, justificándose asi el tipo de manufactura de las vasijas. Este último aspecto se podría explicar también si pocos individuos, especialistas alfareros, en relación con una inminente celebración ritual, tuvieron que fabricar todas las vasijas para la comunidad de participantes: los ejecutores modelaron de prisa las ollitas, haciéndolas en "serie" y con una manufactura poco refinada. Contra la hipótesis ritual hay la falta de otras evidencias que atestiguen acciones de tipo ritual en el montículo, así como que el tipo de la cerámica no se puede definir en absoluto ceremonial.

    3. Un depósito de vasijas de uno o varios ceramistas que tenían que abastecer la demanda de este tipo de cerámica domestica, a lo mejor producidas para una ocasión en concreto: la acumulación de ollitas era previa a su distribución. A favor de tal hipótesis hay que subrayar la existencia de un número apreciable de ollitas de este tipo en el resto de los montículos del yacimiento, si bien aparecen de forma aislada o en grupos numéricamente inferiores al depósito de ollitas tomado en consideración. En contra de tal hipótesis esta la dificultad de imaginar el porqué del abandono repentino del depósito. La investigación arqueológica en el área no nos proporciona datos en este sentido.

    Con los datos que tenemos en la actualidad no es posible decantarse por una u otra hipótesis. Lo unico cierto es que, desde el punto de vista estratigráfico , según se desprende del diario de campo, el depósito de ollitas se diferencia de los estratos inferiores por composición del material encontrado. Tratándose del estrato superficial, el hallazgo de ollitas marca el fin de las actividades relativas al área que cubre, si bien no está clara la razón que produjo tal acumulación. No hay evidencias incontrovertibles que hagan pensar a actividades rituales, por lo tanto la hipótesis formulada por Alcina Franch considerando el conjunto una ofrenda ritual presenta las mismas incógnitas de las otras hipótesis planteadas en este trabajo. Comparaciones con conjuntos cerámicos parecidos en cuanto a cantidad, tipología y decoración en contextos arqueológicos relativos al mundo andino podrían ayudar a aclarar la naturaleza del depósito de ollitas de Atacames.

    Bibliografía citada volver

    ALCINA FRANCH, José. (1975 )Diario de Campo de la V campaña de trabajo de campo de la Misión Arqueológica Española en el Ecuador. Esmeraldas, Ecuador Manuscrito.

    ALCINA FRANCH, José. (1979 )La Arqueología de Esmeraldas (Ecuador) Ministerio de Asuntos Exteriores. Madrid.

    RENFREW, Colin y Paul BAHN. (1993 )Arqueología. Teorias, Metodos y Técnicas. Ediciones Akal, Madrid.