Adornos de metal recuperados en las excavaciones de Atacames.

Mercedes Guinea

Universidad Complutense

En este apartado entran tres piezas laminares, una cuenta de collar, cuatro aros para colgantes de orejeras u otros, dos cascabeles, dos alfileres y algunos objetos no identificados. En el entorno virtual del Chasqui, estos adornos se corresponden con los siguientes Objetos Virtuales: Piezas Laminares: Nariguera (O.V. 1161), Corchete (O.V. 1858), Paleta (O.V. 1859); Cascabeles (O.V. 1868/ O.V.1869); Alfileres (O.V. 1870/ O.V. 1871); Cuenta (O.V. 1872) y Aros (O.V. 1873/ O.V. 1874/ O.V. 1875/ O.V. 1876).

Las piezas laminares son: Una nariguera semilunar de cobre dorado entera, aunque fragmentada, de 4.2 cm. de largo y 0.1 cm. de espesor, una especie corchete también de cobre dorado (2.2 cm. de largo, 0.4 cm. de ancho y 0.2 de espesor ) y un aplique o paleta de cobre extremadamente fina, medio milímetro de espesor (6.3 cm. de largo y 3.1-0.8 cm. de ancho) (Fig. 1-J). La placa de cobre de la nariguera fue laminada en frío, y cubierta por una delgada y uniforme película de oro de algo más de dos micras de espesor mediante un proceso electroquímico, y recocida de nuevo (Rovira,1990:828-31).

En una ofrenda, relacionada con el enterramiento de un niño (tola E-101), apareció una cuenta hueca perforada de cobre con un 2.5% de oro y de 1.3 cm. de diámetro y 0.8 cm. de grosor. Está fabricada mediante la soldadura por exudado de dos casquetes semiesféricos. Cabría mencionar que las cuentas metálicas no son muy frecuentes en la arqueología de la costa ecuatoriana y ésta es única en Atacames, donde las cuentas de collar de concha y pasta cerámica son abundantísimas. Debía de ser algo valioso, como valiosos son el resto de los objetos que la acompañan en la ofrenda: 15 Pinctada matzalanica, 1 Strombus peruvianus y otras 10 caracolas, 2 manos de metate y un modelo en miniatura de uno de los tipos de copa más frecuentes en el yacimiento.

Solo tres de los cuatro aros recuperados en el yacimiento de Atacames han sido analizados, y los tres son de cobre muy puro y con el mismo grosor del alambre, 1 mm., variando solo sus diámetros (0.8,1.2. y 2.1 cm.). El más pequeño está recubierto de una gruesa película de oro (15 micras). La técnica de elaboración es mediante fundición en barra, que luego se dobla para darle la forma y es similar a la de la sierra sur de Ecuador (Rovira,1990: 825). La pieza no analizada parece ser de cobre dorado y sostiene una piedra verde cuadrada (5x5 mm.) perforada. El diámetro del aro de metal es de 3 mm. y su grosor de 0.5 mm.

Dado que han sido solo dos los cascabeles hallados, los hemos incluido con los adornos, aunque también habrían podido ser clasificados como instrumentos musicales. Han sido recuperados en distintas tolas pero son prácticamente idénticos en sus dimensiones y ejecución, que no en su composición metalográfica. Son dos esferas bivalvas con un diámetro de 1.2 cm. y dos perforaciones. Están elaborados a partir de una lámina previamente recocida y luego martillada en frío y doblada. (Rovira,1990:825). Ninguno de ellos contiene arsénico, pero uno tiene 1.47% de plomo en su composición, aunque esta es una cantidad pequeña que podría formar parte de las impurezas del metalotecto, no deja de ser curioso que la presencia de plomo en los cascabeles encontrados en Ecuador es bastante común. De una sarta de 32 cascabeles ecuatorianos estudiada por Rovira, 18 resultaron tener más de 1% de plomo en su composición.

La cabeza de uno de los dos alfileres de Atacames es también un cascabel similar a los anteriores, aunque ligeramente más pequeño, 0.9 cm. Ha sido ejecutada laminando en frío el extremo de la aguja fundida, para luego modelar el cascabel como los arriba citados, con la salvedad lógica de las dos perforaciones (Rovira, 1990:826). Tiene un largo de 4.3 cm. y 0.2 cm. de grosor en la base del cascabel y 0.1 cm. en la punta al igual que las agujas descritas con anterioridad. Del mismo grosor, pero un poco más corto, 3 cm., es el otro alfiler con una cabeza de 0.6 cm. Este está además recubierto por una lámina de oro.

Las piezas no identificadas son pequeños fragmentos. Uno de ellos de 1.6 cm. de largo y 0.2 cm. de grosor pudiera ser un fragmento de aguja. Dos fragmentos de alambre de cobre dorado de 0.2 cm. de grosor y 2 cm. y 1.5 cm. de largo, tienen características similares al aro dorado citado más arriba. Otro objeto, de cobre arsenical, es de más difícil interpretación. Es una lámina abombada, de 1,5x1.3 cm., muy corroída y con una lengŸeta doblada que pudo servir para enganchar algo o coserla a algún lugar, posiblemente parte de un corchete o un botón.

Mención aparte requiere, ya que no es de cobre y que su consideración como un objeto prehispánico es dudosa debido a su material de fabricación, el hallazgo en el nivel 21 de la tola E-69 de una pequeñísima cuenta perforada de hierro ferrítico laminado, con un diámetro de 0.4 cm. y un grosor de 0.16 cm. El nivel en el que fue recogida la pieza está a más de 3 m. de profundidad y tiene una fecha calibrada de Carbono-14 de 1180-+50 BP, 890 d.C.. Evidentemente, esto no es ningún problema para considerarla post-hispánica, ya que pudiera haber caído desde la superficie al fondo del pozo cuando este estaba abierto, o haber llegado allí por algún otro fenómeno bioturbador, aunque en su momento no se apreció ninguno. La singularidad de la pieza consiste en que no se ha encontrado en los Andes ningún objeto de hierro fundido, pero la tecnología del orificio central es claramente indígena. Este se ha conseguido con un perforador de vaivén, abordando la cuenta por ambas caras y dejando en el corte un característico perfil en X. Podemos aventurar varias hipótesis: 1) es intrusiva, y resultado de la manipulación por un indígena de hierro colado traído por los españoles;2) No lo es, y en ese caso o bien es un resultado azaroso, dado el uso de minerales ferruginosos como fundentes, ó bien vino, quién sabe cómo, de lugares bastante lejanos.

Fuente: Mercedes Guinea: "La metalurgia de cobre el la Costa Norte del Ecuador durante el período de integración" El área Septentrional Andina: Arqueología y Etnohistoria. (Guinea, Marcos, Bouchard Eds.) Págs. 81-107. Biblioteca Abya-Yala, 59. Editorial Abya-Yala e IFEA. Quito, 1998