Historia de las colecciones de arqueología y etnología de América
Los objetos de las Colecciones de Arqueología y Etnología de América comenzaron a coleccionarse ya en la década de los cincuenta. Gran parte de estos objetos fueron proporcionados por los viajes a Perú (1951), Méjico-ciudad y Yucatán (1956), Costa Rica (Congreso XXXIII de Americanistas, 1958), y otros, del profesor D. Manuel Ballesteros primer director del Departamento de Antropología e Etnología de América, hoy Historia de América II, (Antropología de América), llegando aquí con la autorización de los organismos oficiales pertinentes. Se pensó entonces en exponer los objetos en vitrinas para su contemplación, ya que se disponía no solo de colecciones arqueológicas, sino también de colecciones etnográficas, como los objetos del legado de la etnografía austríaca Wanda Hanke.

Ausente el Dr. Ballesteros en una función oficial entre los años 1960 y 1963, el profesor adjunto de la Cátedra Dr. Leoncio Cabrero, con autorización del entonces Decano de la Facultad, don José Camón Aznar, organizó las colecciones en un museo universitario, al que se le dió el nombre de Museo Antonio Ballesteros, en honor al fundador del Seminario de Estudios Americanistas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, hoy Complutense. A través de este Seminario de Estudios Americanistas estaban canalizadas todas las prácticas que realizaban los alumnos bien con carácter obligatorio, bien como complemento de la docencia, y en el se custodiaban las piezas citadas que luego fueron el embrión de nuestro actual Museo.

Desde 1961 se puso en práctica un proyecto con el propósito de poder contar en algún momento con una sala-museo donde se pudieran exponer las piezas depositadas en el Seminario y durante cinco cursos, empleando su tiempo libre, todo el equipo de Profesores Ayudantes de clases prácticas colaboró con entusiasmo en la catalogación e instalación del Museo bajo la dirección de los Drs. Ballesteros y Cabrero: Josefina Ruiz Trapero, Nieves Olmedillas, Pilar Calvo, Manuel Román, Concha Bravo, Margarita Arenillas, Carmen Purroy, entre otros muchos.

Se había dado el primer paso; la catalogación de las piezas y el estudio de las mismas había finalizado. Ahora faltaba buscar los medios económicos y el lugar para que el proyecto de la creación de un museo fuera una realidad. Como hemos dicho era en esas fechas Decano de la Facultad de Filosofía y Letras el Excmo. Sr. D. José Camón Aznar, catedrático de Arte. Desde el primer momento D. José prestó toda la ayuda que en aquel entonces se podía tener, no mucha, pero la suficiente para realizar nuestra empresa.

En primer lugar se buscó un lugar en el que se pudieran exhibir las piezas, tarea nada fácil por la falta de espacio. En el tercer piso de la Facultad de Filosofía y Letras (hoy edificio A, Fac. De Filología), existía un local interior, sin ventanas, sin ventilación y sin calefacción. Correspondía ese espacio a la parte superior del Salón de Actos (Paraninfo), donde estaban las poleas para mover las cortinas del estrado, pero que nunca se utilizaban al estar siempre los cortinajes abiertos. Acondicionando este local, se realizó con éxito la primera exposición de las piezas en año 1966.

Lamentablemente, este esfuerzo no pudo tener continuidad por falta de medios y las piezas, quedaron almacenadas en ese mismo local, bajo el cuidado y supervisión de sucesivos profesores del Departamento, Pilar Romero, Miguel Rivera, y Maria Angeles Barriuso, hasta que en 1990 bajo la supervisión de la Dra. Alicia Alonso, un grupo de Becarios (Ana Berzosa, José Ramón Iglesias y Andrés Gutiérrez Usillos) realizaron una primera base de datos informatizada, coincidiendo prácticamente con el traslado del Museo a su localización actual en la planta baja de la Facultad de Geografía e Historia.

En la actualidad el Museo puede visitarse, previa solicitud, y cuenta con una base de datos con interfaz Web para su mantenimiento y consulta, resultado de los esfuerzos combinados de los proyectos NUTIAH, SIMBA y CHASQUI.

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