|
3.0 La división cultural del Istmo de Panamá. Las tres grandes áreas culturales. |
|
|
El istmo de Panamá se puede segmentar en tres regiones culturales (fig. 2) que coinciden con el área occidental de las provincias de Bocas del Toro y Chiriquí, el área central con las provincias de Herrera, Los Santos, Veraguas y Coclé y la región Oriental que se corresponde con las provincias de Panamá, Colón, San Blás y Darién. Para designarlas han surgidos los términos de "Gran Chiriquí", "Gran Coclé" y "Gran Darién" (Sánchez y Cooke 2000:17) , términos que sustituyen a las antiguas denominaciones regionales "occidental", "central" y "oriental" (Cooke 1976; Cooke 1984). Varias investigaciones como las de Bray (Bray 1984), Olga Linares y Anthony Ranere (Linares y Ranere 1980), o las de Cooke (Cooke y Ranere 1992), apuntan a que a pesar de existir una diferencia clara entre los sectores, estas fronteras culturales-arqueológicas oscilan a través del tiempo. En lo que se refiere a la región central o ?Gran Coclé?, esta hace referencia, a la "zona de producción de una tradición semiótica la cual se desarrolla en el Panamá central a partir de aproximadamente el 200 a.C" (Sánchez y Cooke 1997). Por lo tanto los criterios de identificación de las distintas áreas culturales se basan sobre todo, aunque no únicamente, en un diferenciación a nivel tecnológico y estilístico de su industria cerámica, que en el Gran Coclé parece surgir y aislarse de las regiones colindantes, desarrollando una industria autóctona cargada de belleza y simbolismo. Los análisis estilísticos y los resultados de los análisis de radiocarbono, indican además que no hay interrupción en la secuencia cerámica en esta área (Cooke 1985:34). |
|
|
En la región cultural de Gran Chiriquí, la primera cerámica aparece dos mil años después que en Gran Coclé, y está representado por El Complejo la Concepción que se desarrolla a partir del 250 a.C (Linares y Ranere 1980). Estas diferencias solo pueden explicase porque se trata de grupos distintos (Ranere 1973). La introducción de la agricultura del maíz es también más tardía y no se produce hasta la última mitad del primer milenio antes de Cristo en los valles del interior (Linares et al 1975; Linares 1979), aunque las fértiles tierras del volcán Barú hicieron que en esta zona apareciese la agricultura de tubérculos en el 3.000 a.C (Linares 1977). A diferencia con lo que ocurre en Gran Coclé, los primero asentamientos, o los asentamientos más tempranos hallados hasta el momento en ?Gran Chiriquí? están localizados en tierras altas y se corresponden con la Fase Talamanca (5.000 a.C) (Linares y Ranere 1980) . De esta fase se han rescatado una serie de útiles de piedra pertenecientes a grupos sin cerámica, que dependían de estos útiles para subsistir y que encontraban los materiales para fabricarlos, rocas ígneas en su mayoría, en las tierras altas (Ranere 1980:235). No encontramos asentamientos precerámicos o concheros como Cerro Mangote (McGimsey 1956) en la costa del pacífico de la provincia de Chiriquí probablemente porque no hay un afloramiento de nutrientes marinos como el que se produce en la Golfo de Panamá (Linares 1966). Encontramos diferencias incluso en los hábitos alimenticios, ya que en algunos sitios de Gran Chiriquí, como por ejemplo el sitio caribeño de Cerro Brujo, las tortugas marinas y los cocodrilos fueron uno de los principales alimentos de origen animal para sus habitantes (Cooke et al 2002), mientras que estas dos especies no aparecen en los basureros de Gran Coclé, aunque si con frecuencia en la iconografía de este región. |
|
|
En "Gran Darién" nos encontramos con un gran vacío en las investigaciones arqueológicas . Aún así las pocas excavaciones que se han llevado a cabo en esta región(Cruxent, Linné) demuestran diferencias notables, apreciables a nivel nuevamente estilístico en la industria cerámica, que al igual que en el caso chiricano es predominantemente incisa a lo largo de su historia y de formas básicas, cuencos de cuellos angostos, escudillas y ollas (Cruxent 1958), en las que no cabe las formas zoomorfas característica a partir de finales del Cerámico Medio en Gran Coclé. Aún así y como señalamos con anterioridad, las fronteras son flexibles dado que en algunas ocasiones algunos estilos cerámicos propios de Gran Coclé aparecen fuera del marco de su área cultural. En el sitio González Velázquez, "Gran Darién", en la Península de San Lorenzo, y próximo a la desembocadura del río Chucunaque, Cruxent describe algunas escudillas de estilo claramente ciruelo negro sobre rojo, con las características composiciones de líneas paralelas radiales y bandas o paneles de líneas paralelas diametrales, similares a las recientemente aparecidas en la Operacion 8 de Sitio Cerro Juan Díaz, y que él llama Cerámica La Villa ( véase Cruxent 1958:111, Lamina XIII). Ocurre lo mismo con algunas representaciones como el cuadrúpedo de cola levantada característicos del Gran Coclé desde el estilo Tonosí[1]. Las fronteras del marco geográfico de Gran Coclé también han fluctuado hacia el oeste. En la excavación IS-3 de sitio Pitahaya en la costa de Chiriquí (Linares 1966), se han encontrado una serie de fragmentos de cerámica características del área de Gran Coclé (Cooke 1980) sobre todo de los estilo Conte y Macaracas , lo que indica que los contactos entre las tres áreas son más frecuentes o fuertes a partir del 700 d.C (Cooke 1980). Estas "incursiones" fuera del área del Gran Coclé se dan en sitios situados en la costa, prueba de que el mar ha servido desde hace centenares de años, como medio usado por los indígenas para sus desplazamientos este-oeste (interregionales) muchas veces con intereses de avituallamiento de materias primas, como es el caso de las conchas, mientras que los ríos han sido usados para sus desplazamientos norte-sur (regionales) desde épocas más tempranas, por los pobladores de esta región en sus desplazamientos desde algunos abrigos rocosos del interior hacia sus campamentos de la costa (Linares 1977). |
|
|
|
Indice |
|
|
|
|
|
[1]. En la costa de San Blas se ha encontrado un adorno de piedra que representa a un cuadrúpedo con la cola enroscada hacia arriba, recogida por un indígena cuna en su huerto de tierra firme en el Darién, por lo tanto fuera de contexto (Linné 1929:40, figura 12-F) |
|