En la iconografía cerámica de Gran Coclé aparecen una gran variedad de diseños zoomorfos y antropomorfos que suelen aparecer de forma aislada y en muy raras ocasiones formando escenas. Algunos elementos figurativos son característicos de una época, mientras que en otros casos aparecen durante un período y se desarrollan en los siguientes, con algunos cambios en la composición o el diseño de la misma manera que ocurre, como vimos, con los motivos lineales. Los animales más representados son los reptiles y batracios, aves y animales marinos, que pueden identificarse gracias a la atención prestada a algunos atributos definidores de un género o especie, como crestas de plumas en las aves, caparazones en las tortugas o las pinzas en los cangrejos . En algunos casos se produce una combinación de algunos de estos atributos, en figuras que hemos llamado "híbridos" por presentar características de varios animales unidas en la misma composición. Pero estos diseños no se relegan solamente a un tipo de soporte, en este caso cerámico, sino que aparecen de forma escultórica en metates, oro y/o tumbaga y concha. Algunos motivos son característicos además de un período de tiempo, así por ejemplo, las tortugas y cangrejos aparecen con mayor asiduidad en la cerámica Conte o los peces en la cerámica Macaracas y Parita. Los animales que aparecen en la cerámica de Gran Coclé son los característicos de la zona y así por ejemplo de las aves suelen representarse carroñeros como el zopilote, de la especie (Sarcorhampus papa) (Lothrop 1942) o rapaces como el halcón (Herpetotheres cachinnans), al que representan con su característica máscara negra (Cooke 1985:34). En ocasiones aparecen sorprendentes representaciones de arácnidos, como las garrapatas en vasijas Conte (fig.14-a) o los escorpiones en vasijas Cubitá o Tonosí(fig. 14-b). Pero su elección debe tener un significado "profundo" más allá de la búsqueda de un sentido meramente estético. Las composiciones suelen presentar una simetría muy acusada (fig. 15 a y b) lo que podría tratarse de la proyección artística de la idea de dualidad. Por otra parte, las representaciones de animales, que en la mayoría de los casos son figuras híbridas compuestas por los atributos de aves, reptiles y venados, pueden representar símbolos que identifican a ciertos grupos sociales. Así por ejemplo muy pocos artefactos de las muchas ofrendas de Sitio Conte están decorados con motivos de felinos[1]. Solo cinco vasijas representan, según Cooke, a estos animales, y todos coinciden en tumbas en las que además aparecen artefactos de huesos y oro claramente asociados a un alto estatus social . Por lo tanto la escasez de la imagen del felino puede estar asociado al hecho de que la clase social alta es una minoría dentro del grupo (Cooke 1998). Por otro lado la "sacralización" de ciertos animales puede reflejarse en posibles tabúes alimenticios por los cuales algunas especies no eran ingeridas, como es el caso del caimán, lo que explicaría su escasa presencia en basureros. |
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